July 02, 2025

En el ámbito de la salud, las mascarillas médicas cumplen un rol fundamental como barrera de protección contra microorganismos y fluidos contaminantes. Su correcto uso y la elección del tipo adecuado son determinantes para reducir riesgos de transmisión y garantizar la seguridad tanto del personal de salud como de los pacientes.
Existen diferentes tipos de mascarillas médicas, cada una diseñada para un nivel específico de filtración y uso clínico. Las mascarillas quirúrgicas son las más comunes en procedimientos de bajo riesgo; están fabricadas para bloquear salpicaduras y partículas de gran tamaño, protegiendo el campo estéril y evitando la contaminación del usuario hacia el paciente.
Por otro lado, las mascarillas de alta eficiencia, como las N95, FFP2 o equivalentes, ofrecen un nivel de filtración superior, capaz de retener hasta un 95% de partículas suspendidas en el aire, incluyendo aerosoles. Estas son especialmente recomendadas para procedimientos que generan aerosoles o para atención de pacientes con enfermedades de transmisión aérea.
La certificación de las mascarillas es un aspecto crucial para garantizar su eficacia. Cada región y organismo regulador establece estándares específicos. Por ejemplo, en Estados Unidos, la FDA regula las mascarillas quirúrgicas, mientras que el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) certifica los respiradores N95. En Europa, las normas EN 14683 y EN 149 establecen los requisitos para mascarillas médicas y respiradores FFP.
Es importante verificar que cada mascarilla cuente con su certificación visible y provenga de fabricantes autorizados. Utilizar productos sin respaldo técnico o sin pruebas de laboratorio puede poner en riesgo la seguridad del personal clínico y comprometer el control de infecciones dentro de las instituciones de salud.
Además de la certificación, la correcta colocación y ajuste de la mascarilla determinan su eficacia. Debe cubrir completamente nariz y boca, ajustarse firmemente al rostro y desecharse siguiendo protocolos de bioseguridad. Un uso inadecuado puede reducir significativamente la protección ofrecida, incluso si la mascarilla es de alta calidad.
En resumen, conocer los tipos de mascarillas médicas y sus certificaciones permite a clínicas, hospitales y profesionales de la salud tomar decisiones informadas para protegerse y proteger a sus pacientes. Invertir en mascarillas avaladas por organismos reguladores y mantener protocolos de uso adecuados es una medida esencial para mantener entornos seguros y minimizar riesgos de contagio.